martes, 24 de marzo de 2009

Feministas Autónomas en el XI Encuentro Feminista


No resultó una sorpresa que las autodenominadas "feministas autónomas" se presentaran en el Encuentro, expresando sus críticas hacia el rumbo que ha ido tomando el feminismo latinoamericano y caribeño. Se hicieron presentes desde la inauguración, tomando la tribuna y presentando una severa crítica hacia el presupuesto del Encuentro, tanto por el origen de éste, como por su utilización: "El mal uso del mayor presupuesto de la historia de los encuentros, es un insulto ante la pobreza de las mujeres de la región, una expresión de ello son los salarios exorbitantes para la organización de dicho evento sacrificando las becas para la participación de un mayor número de compañeras."


A lo largo de los cinco días que duró el Encuentro, las diferencias ideológicas entre los diferentes feminismos aparecieron como una constante, aunque probablemente la postura que llamó más la atención fue la de las autónomas. Con un ácido discurso, lleno de complejidades teóricas que se caracterizaron por un criticismo en ocasiones recalcitrante, las compañeras recibieron un gran apoyo por parte de muchas feministas, que reconocían en su postura la posibilidad de reposicionar al feminismo como un discurso transformador y radical, tal y como era antes de que el feminismo y la "visión de género" se colocara en las agendas de la política institucional.

Sin embargo, también sufrieron fuertes críticas, que se hacían oír por todos lados dentro del encuentro: desde el espacio del "coffee break" hasta la rueda de prensa de las "trans" (lo pongo entre comillas porque ellas mismas niegan esa denominación, ya que no se sienten como hombres que se han convertido en mujeres -que han TRANSgredido su sexo- , sino sólo como mujeres) del día jueves, en la que las compañeras denunciaron la discriminación que sufrieron por parte de las autónomas. Sin duda se trató de un acto con un contenido político claro, porque en la rueda de prensa no se permitió la entrada a las autónomas, aunque ahí se estaba dirigiendo un claro ataque hacia ellas.

La supuesta discriminación se había dado en la inauguración, cuando las autónomas salieron gritando "ahora el patriarcado se viste de mujer". Las "trans" se sintieron aludidas, lo que sólo pone de manifiesto cómo dentro del feminismo hay un grave problema, porque las diferentes posturas se mueven en campos semánticos distintos. Las autónomas, con un fuerte bagaje teórico feminista, hablan de que aceptar a las "trans" implica reforzar la idea de que existen dos géneros, y que se puede transitar de uno a otro sin cuestionar al género mismo. El feminismo cuestiona los roles de la sociedad -es decir, los géneros-, que históricamente han colocado a la mujer en una situación de subordinación, por eso aceptar la idea de la "transexualidad", no es una postura feminista (por el momento, ya que reconocieron que lo que hace falta es una mayor discusión al respecto). Eso no es discriminación, porque el feminismo rechaza todo tipo de discriminación, autoritarismo o injusticia, pero si es identificar al feminismo como una postura política propia de las mujeres, que son un un sector de la población que nace en situación de desventaja, en una sociedad con una relación de poder desigual entre los sexos.

La actitud crítica de las compañeras autónomas frente al Encuentro, realizado explícitamente por miembras y miembros de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, provocó escozor entre muchas feministas; finalmente el trabajo que llevan años realizando tambaleaba ante los sesudos discursos de las compañeras autónomas.

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