Los tatuajes fueron en algún momento símbolo de decadencia moral, quizá por ser marcas indelebles del probable paso por bajos mundos, pero ahora son una bonita artesanía -radical por cierto-, pues se asoman orondos en la piel como una cicatriz coloreada realizada manualmente con dolor y por gusto propio. Son un accesorio más que adorna la desnudez y aminora el vacío, y por eso me voy a hacer muchos tatuajes que me acompañen un día hasta mi tumba.
1 comentario:
Como en todo, hay tatuajes bonitos y otros que son una verdadera abominación. Yo te recomiendo un cristo en la cruz, pa que te cuide, un san juditas, pa que te saque de problemas, y un símbolo chino que signifique algo muy soez.
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