sábado, 20 de junio de 2009

Educación Cívica y Ética

Ahorita debería estar preparando la clase pa’ mañana. Este año me enjaretaron la clase de “educación cívica y ética,” pero ahora me conflictúa pensar qué diablos voy a decirles mañana a mis alumnitos pubertos yo, una escuincla irreverente que al leer el programa sólo piensa en lo absurda que es esa materia. Es que es imposible que yo vaya y les diga que la familia es la base de la sociedad, y que la familia “normal” es la que está compuesta por papá, mamá e hijos cuando más bien me dan ganas de hablarles sobre las sociedades de convivencia y el derecho que tienen a la interrupción legal del embarazo.

Cómo diablos voy yo a decirles que hay diferentes tipos de normas: jurídicas, morales, RELIGIOSAS, y de “trato social.” O sea, el pedo está en explicarles que “las normas morales son los preceptos dictados por Dios a los hombres, y su violación está sancionada con el castigo.” Oh, no!!! Para empezar no puedo decirles que Dios (con mayúscula, pfff) dicta normas, ¿pero además decir que “a los hombres”? válgameee. Lo siento, me sale lo feminista por los poros, y eso de andar cambiando “ser humano” por “hombres” va contra lo que creo. Ahora, cómo voy a decirles que “las normas de trato social son las que se refieren a la urbanidad, al decoro, al vestido y muchísimos más aspectos,” cuando yo me recuerdo a esa edad vestida como piñata, con los pantalones más mugrosos del mundo,  brincando en las mesas y eructando de la manera más escandalosa posible. Simplemente no creo que el vestido, por lo menos a su edad, sea un límite para su trato con la sociedad, y por el contrario, me agrada ver que mis alumnos se vistan de la manera más extravagante posible, porque eso me deja ver que por lo menos están en busca de su identidad.

Lo peor viene cuando tengo que hablarles sobre “el carácter de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,” y decirles que “nuestra Constitución, llamada también código supremo, carta magna, norma fundamental y ley suprema, es la columna vertebral de la vida de un pueblo,”cuando en realidad me gustaría hablarles de la conformación del Constituyente de 1917 y del espíritu anticlerical de la revolución. Decirles cómo los Constitucionalistas tuvieron que absorber las demandas populares y retomar cosas del villismo y el zapatismo para poder construir un proyecto de nación que fuera coherente con el movimiento revolucionario, pero finalmente se terminaron creando organizaciones obreras y campesinas para controlar esos movimientos populares. Hablarles de la conciliación entre la Iglesia y el Estado en 1929, y de la educación socialista del cardenismo, de la CROM y la CNC. Del PRM y sus cuatro organizaciones fundamentales. Luego, hablarles del nacionalismo cultural y de la invención de la nacionalidad mexicana…

Parece más complicado. Además, luego de 10 minutos probablemente se aburran. Chale, mi pedo es que todo lo quiero explicar con historia. Es que, ¿si no saben historia, cómo pueden darse cuenta de por qué diablos les hablan ahora de cosas así? De que la Ley y la Justicia rifa en México, México ra ra ra!!! Más bien quiero hablarles de cuán estúpidas son las campañas electorales, y de porqué la televisión apesta. De que la moral nunca es una y de que la educación va tomando cada vez mas tintes religiosos.

Bueno, veré qué puedo hacer. Además mañana me despido de ellos (snif!). Lo bueno es que, atendiendo a los Artículos 6 y 7 de la Constitución (ah!!! qué buena maestra de civismo soy yo, pa que vean), soy una ciudadana con libertad de expresión y de pensamiento, que además enseña en una escuela laica (Artículo 3), por lo que puedo ir a decirles que vivimos en un mundo en el que no existe una verdad, y que pueden (y deben) cuestionar absolutamente todo lo que les digan. Les diré, como siempre hago, que no me crean nada, y que siempre duden de todo lo que oigan, eso si, creándose un juicio propio.

No importa que digan incoherencias, si es que son sus propias incoherencias. Así soy yo, siempre diciendo sandeces…

(chales, no deberían pagarme por eso).

1 comentario:

Originario dijo...

Por si te sirve de algo, y para que tengas más razones para lo que dices (o no)te sugiero, compañera de tareas, que eches un vistazo al libro "Una pedagogía del amor",publicado en la web
www.lailuminacion.com
Puede que te soprenda o vaya usted a saber. A mí me sirvió mucho.
Desde Alicante, sudando la gota gorda del primer día del verano oficial (el extraoficial es el resto del año)
Un saludo
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