martes, 28 de abril de 2009

Influenza

Pues de qué otra cosa se puede hablar?
Estoy en mi casa, aterrada por "la influ", pensando en poner plástico en mis ventanas y usando ahora un tapabocas aunque estoy sola frente a mi compu, porque yo he escuchado que los virus también son informáticos... Bueno, incluso les puse tapabocas a mis perros.
Aunque al principio pensé, como mucha gente, que toda la información sobre la enfermedad podía ser una invención de no sé qué personaje de las fuerzas del mal, para lograr no sé qué cosa mezquina, dividiendo a la gente y provocando un ambiente de terror para satisfacer al FMI; ahora ya no puedo dudar de que esto se trata de una verdadera epidemia, que sorprende a todos por inédita. Malditos puercos!!! Yo siempre he pensado que son animales desagradables, pero los respeto tanto porque son seres vivos. Hace años que no pruebo un bocado cadaver de cerdo, pero ahora los odio y creo que hasta me dan ganas de comprarme un jamón serrano en venganza, para comermelo como el vegano de "Blood car" se devoraba sus costillas barbicue.
Si yo decía que ser mexicano era chido, aunque Don Samuel Ramos se haya empeñado en caracterizar nuestro perfil "autodenigratorio", y Octavio Paz copiándole un poco haya hablado de nuestros complejos históricos. Pues ahora pienso que todas esas cosas vienen desde la pre-prehistoria, por allá por la época de los dinosaurios, cuando el territorio de lo que ahora se llama México fue el lugar en que cayó el meteorito que causó el gran caos que terminó matando a esos gigantes reptiles. Las cosas no mejoraron en Yucatán, cuando los mayas desaparecieron abruptamente -se los llevaron los ovnis- y ahora esto. No puedo lidiar con tanto, con la conquista, con haber llegado tarde "al banquete de la modernidad", con haber nacido a esta vida a sólo unos días del terremoto del 85. Ay! tantos presagios no pueden ser casualidad. Luego tiembla justo cuando pensaba que nada podía empeorar.
Ya me imagino el origen de la epidemia: el "twelve monkeys army" llegando a la Ciudad de México tirando su virus en el Metro Hidalgo o Chabacano, o tal vez a través de un cerdo desquiciado que atacó a un científico loco del Poli en el Cinvestav. Lo que sigue podría ser una pesadilla orwelliana, o quizá el pretexto perfecto para implantar el gobierno mundial que ya se anuunciaba en el zeitgeist. Bueno, como se puso de moda lo del "catastrofismo" pues las cosas empeoraron, ya lo dijo la voz de anónimo (personaje misterioso que de vez en cuando muestra su brillantez): vamos de Guatemala a Guatepior. Ya ni el futbol puede ayudar en algo a mejorar nuestro estado de ánimo. Con esta selección ya no queda por qué luchar.
Debo aceptar que me siento importante de que hablen tanto de mi ciudad en los medios internacionales, ustedes saben, tener mucha atención no cae nada mal. Pero bueno, creo que lo mejor que podemos darle ahora al mundo es "la cumbia de la influenza"


1 comentario:

Robles dijo...

Me parece que lo único claro es que lo turbio y lo incierto está fehacientemente arraigado en nuestros pensamientos..
Te quiero amiga..