martes, 10 de agosto de 2010

El hiatus

Se cumplió ya un año desde que salí de la universidad, y ahora recuerdo que alguna vez un compañero que ya había acabado la carrera me decía que a él le había pasado que, tras finalizar su vida escolar,  le vino un periodo de “nada”, de preguntarse ¿y ahora qué? como si no encontrara su lugar. Y lo comprendo bien, porque es como ser arrojado al mundo repentinamente, casi como aborto de la educación, hacia un mundo que puede ser muy hostil.

Hace algunos días platicaba con mis amigas acerca de esto. Algunas trabajan, otras siguen estudiando, y yo no hago formalmente ninguna de las dos cosas. Les decía que me sentía como arrojada a un precipicio después de haber acabado la carrera. Si bien me encuentro en una situación privilegiada porque tengo ingresos suficientes para sobrevivir, que además me llegan por hacerle a la historiada, el hecho de tener tiempo libre pa’ventar pa’rriba me hace sentir un poco “desubicada” (no en el sentido que le daría mi abuelita, de hacer estupideces tipo adolescente de secu), porque tanta libertad a veces me agobia un poco.

Sin embargo, este año ha sido muy enriquecedor. He conocido personas muy interesantes, y esa misma libertad que a veces se me pone en frente gritándome el desamparo, me hincha de felicidad el pecho. Lo malo que ya está a punto de terminar esta etapa. Y aunque me cagan esas frases prediseñadas que hablan de “cerrar ciclos”, no puedo evitar pensar que en el futuro voy a recordar el año que acaba de pasar con mucha nostalgia.

Casi cumplo 25 años, y aunque las fechas no son más que una invención arbitraria para medir el paso del tiempo, este año en realidad me ha dejado muchas cosas buenas y otras no tanto. Incluso el hecho de que 25 sea un número significativo, por ser justo un cuarto de siglo, me lleva a imaginar que el 22 de agosto ya no voy a ser la misma que el 20, y que mi año de hiatus acabó para comenzar de nuevo quién sabe qué cosa…

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Karly qué bueno que lo tomes de esa manera, conozco a muchos que se deprimen y lloran. Yo no he tenido tiempo de pensar en eso, pero tienes razón, somos arrojados al mundo sin ser lo suficientemente preparados para saber bien qué hacer. Ni modo, así es la vida. Ánimo amiga, empieza hoy nuestra vida realmente.

Lila

Anónimo dijo...

“Cuando algo concluye, debemos pensar que algo empieza”… el consejo es saludable pero es de difícil ejecución, ya que sabemos lo que perdemos, pero no sabemos lo que vamos a ganar después… todo hombre debe pensar que todo lo que le ocurre es un instrumento, todas las cosas le han sido dadas para un fin, la humillación, la desdicha, la discordia, todo eso nos ha sido dado para que lo transmutemos, para que hagamos de las miserables circunstancias de nuestra vida, cosas eternas, que quieren ser eternas… J.L. Borges

Karlyle dijo...

Lila, gracias por los ánimos. Más allá de las palabras, tener amigas como tu me inspira.
Un saludo!!

Anónimo, que buena frase caray!

Carlos dijo...

Saludos tocaya:
Caray, apenas ayer nos conocimos en clase de Patricia y me platicabas que trabajabas repartiendo volantes (aún guardo aquel que me regalaste de los Deftones y Korn), y hoy ya estamos a punto de titularnos, sniff.
Saludos

Karlyle dijo...

Todo habrá acabado cuando escuchemos nuestras rolas favoritas en Universal.

listita dijo...

jaja yo guardo uno de massive attack, también me lo dio Karlis a en la parte de atras hacia anotaciones jeje porque me dio un chingo.