lunes, 18 de mayo de 2009

debraye-impresión

Hace poco escuchaba en mi noticiario favorito (of course, después de 31 minutos) el análisis de un especialista (perdón por tal ambigüedad, pero no recuerdo su nombre) sobre las campañas electorales actuales, donde decía que una característica de los spots de los partidos era que le apostaban a la "impresión" que podían dejar en el electorado; es decir, lo importante no era el mensaje en sí, sino lo que la gente podría sentir tras verlo. Entonces lo que guía las campañas es la intención de provocar una sensación no racional que podría llevar a alguien a votar por un partido, no gracias a estar en favor de su proyecto político, sino porque simplemente le da "buena espina".
Tal declaración hasta parece una obviedad, porque ver al Chucho comer pasteles acompañado de una niñita "carismática", al místico haciendo piruetas o a una familia feliz porque el gobierno le paga las medicinas no es realmente una propuesta política que hable del trabajo que los Diputados van a "tratar de hacer para intentar llevar a cabo ciertas cosas". Esto me hizo preguntarme cómo tendrían que ser las campañas si estuvieran dirigidas a hacer verdaderas propuestas, y tras imaginarme a Germán Martínez haciendo una cruz con los dedos para ahuyentar al narco, al Chucho diciendo que él es la verdadera izquierda pero "conciliadora", y a Beatriz Paredes con la sonrisa de oreja a oreja agradeciéndole a Lucerito y a Carmen Salinas su valiosa colaboración, me di cuenta de lo difícil que se me hace tomarme en serio a los políticos. Sin embargo esa idea de la "impresión" me llevó a pensar otras cosas menos escabrosas, y así llegué al tema de la música.
Fue así que tras preguntarme si podría encontrar alguna relación entre la popularidad de la música fea con esta cosa de la impresión, llegué a la conclusión de que canciones de regaetton o charanguita son música sencilla, que resulta reconfortante al estar compuesta por acordes simples que se repiten sin cesar. Por eso ese tipo de canciones dejan una impresión de bienestar y de seguridad, ya que son totalmente predecibles. Los coritos se repiten, la base es una sola para toda la canción y la letra es simplona. Ocurre distinto con la música de cámara o con otro tipo de canciones que no están hechas pa gustarle a todo mundo, como el rock progresivo o incluso la música electrónica (no toda, por supuesto), y no se diga con la música experimental o la improvisación. En ellas no se estimula el cerebro a partir de certezas ritmicas, sino que se requiere un mínimo de atención para encontrarle el gusto.
No quiero decir con todo esto que la música predecible, pegajosa o con un ritmo establecido para toda la rola sea menos que la otra, pero sí dejan una impresión distinta. Finalmente la música es una verdadera experiencia sensorial que se puede gozar realmente sólo si se le presta suficiente atención.
Luego de andar pensando estas cosas, me di cuenta de que llevo ya como medio año oyendo las mismas rolas de mi ipod. Entonces debo cambiar un poco de aires y ponerme a bajar nueva música, porque la que tengo lleva ya como 199 reproducciones.

sábado, 16 de mayo de 2009

Lluvia-influenza

Creía que el clima que más odiaba era el frío, pero ahora he cambiado de opinión y aborrezco la pinche lluvia. Sé que el agua es vida, y que no hay peor cosa que una sequía, pero en mi ritmo de vida totalmente citadino la lluvia viene a darle en la madre a mis ganas de salir. Además ya estoy convencida de que no hay peor olor que el de un vagón de metro atascado de personas sudadas y mojadas, además de esa sensación de calorcito humedo que desata el peor de los hedores.
Generalmente no me molesta el transporte público, pero la neta meterse al metro si es una hazaña digna de admiración, sobre todo un viernes a las 7 de la noche. Afortunadamente no requiero del metro, y más bien suelo usar el RTP y las Combis, y aunque también es un poco cansado, la neta no es tan malo como andar en metro viendo las caras de la gente como si estuvieran sendo torturadas...
Ayer estaba en Bellas Artes como a las 5 y media, y al parecer alguien se aventó o algo porque estuve esperando el metro como media hora. La gente ya estaba desesperada, hasta que desde el altavoz anunciaron que debido a "un problema" el metro iba a estar lento. Ante tal obviedad lo único que quedaba era seguir esperando, o salir a dar un paseo al centro. Opté por la segunda opción y no estuvo nada mal, porque afortunadamente no estaba lloviendo.
Lo malo del metro no es el transporte en sí, que generalmente es bastante eficiente, sino la cantidad de personas que vivimos en esta ciudad de locos. Por eso yo digo que lo de la influenza no está tan mal: si yo soy del sector de la población que se muere, pues contribuiré a que los sobrevivientes tengan una mejor calidad de vida. Si sobrevivivo, pues me irá mejor y honraré a quienes dieron su vida para que sólo los individuos con la carga genética mas apta para la vida, estén un poco mejor en esta ciudad de mierda.

jueves, 14 de mayo de 2009

Un sueñito

Cuando era niña, como a los 7 años pedí en mi cartita de reyes magos una bici ROSA. Yo creí que era muy clara la petición, pero al parecer los reyes fueron de compras muy tarde y ya no la encontraron, o quizá eso del color no les pareció importante. Al bajar esa noche y ver mi bici verde, debo aceptar que sentí cierta desilusión.
Ahora que ya estoy grandecita el color rosa se me hace lo más ñoño que hay, y jamás me vestiría de rosa. Me sentiría como cuando Homero va al trabajo con camisa rosa, y sabe que todos lo miraban por "insane". Pues igual yo, rechazo ese colorcito por ser el que se pretende asignar a "lo femenino", cuando la verdad es que es un color chillante y bastante "cursi". Sin embargo las ganas de tener una bici rosa al parecer no se me han quitado, porque ayer tuve un sueño en el que yo era niña y salía a jugar con mis amiguitos. Fue un sueño muy cagado, porque era una niña pero con mi tamaño de 23 años, y tenía una bici rosa nueva, que me quedaba chiquitita.
Yo me la paso recordando mi niñez, y me encanta hablar de anécdotas que siempre comienzan con la frase "cuando yo era niña...", y entonces me suelto, y empiezo a hablar de que jugaba a las muñecas, y me acuerdo de mis Nenucos y de mi muñeca "cherry corazón". Seguramente parezco una loca, pero yo digo que hay una parte dentro de mi que no ha crecido, y disfruta viendo caricaturas y haciendo jueguitos estúpidos. Creo que lo que me pasó fue que nunca me empeñé en hacerme "la grande" o renegar de las cosas de niños, y hacía cosas como jugar a las muñecas cuando iba en primero de secundaria. Yo creo que por eso las niñas de mi escuela no me querían, porque mientras ellas estaban ya ansiosas por pintarse las uñas, tener noviecito y fumar, yo estaba más bien pensando en los power rangers.
Como que nunca tuve prisa alguna por crecer. Incluso hace poco andaba por la Facultad de Economía y me metí al baño de la Biblioteca, y al salir a lavarme las manos, me vi en el espejo, y me sorprendí mucho al ver mi rostro de "grande", como si no me hubiera visto en el espejo durante diez años y me sintiera como que no era yo. Eso acaba de pasar hace sólo unos meses, pero como sigo sin intención alguna de entrar en el modelito de lo que corresponde a mi edad, porque eso es aún más bobo, pienso seguir tan "infantil" como de costumbre y botarme de la risa viendo Bob Esponja.

Bueno, pero volviendo al sueño de anoche, sólo diré que la última escena fue la de un abrazo fraternal, como final de película cursi o de telenovela mexicana. Cuando desperté me di cuenta de que me estaba abrazando a mi misma. Eso es quererse chinga!

jueves, 7 de mayo de 2009

Estoy bien hoy

En los últimos días mi estado de ánimo no ha sido muy bueno. Se trata de una de esas cosas que no tienen explicación, aunque si tratara de encontrar una seguramente la hallaría, y como suelo disfrutar imaginando cosas irreverentes que finalmente sólo a mi me importan, pues me explico mi reciente falta de alegría como una reacción al ambiente virulento de la última semana. Creo que mi subconciente puede estar desarrollando una ligera hipocondria, pero tanto mi ejército inmunológico (ultimamente sobrecargado con vitamina c) como mi corteza cerebral luchan por aniquilar la paranoia. Así, la tristeza de los últimos días puede explicarse como la lucha de mi yo y mi superyo en un ambiente hostil, en el que reina la incertidumbre por el monstruo de mil cabezas llamado H1N1.
Lo bueno es que en mi conciente todas estas cosas no son mas que una percepción imaginaria para explicarme algo que sólo a mi me importa. Por eso puedo decir incoherencias, y creerlas aunque parezca una mitómana... No pretendo encontrar la razón de mi nuevo desorden de conducta, por lo que las explicaciones descabelladas las dejaré para otro momento, en que luego de reflexionar por mucho tiempo, me convenza de que ya no estoy tranquila y necesito asirme al mundo mediante una explicación convincente. Ese es el lado negativo de no creer en Dios.
Bueno, pero como hoy Jueves las cosas han retornado a la normalidad, la hostilidad del mundo virulento ha dado un vuelco, y me ha colocado en una mejor situación. Por eso me siento muy feliz. En estos momentos "End of the world" ya no rifa, por lo que tendré que buscarme alguna canción feliz para que me acompañe en estos días.
Me dí cuenta de mi felicidad el día de ayer, desde la mañana. Me levanté muy contenta y abrí las cortinas para que entrara la luz a mi cuarto. Descubrí que la luz del Sol por la mañana tiene un tono naranja muy lindo, y que cuando amanece la temperatura baja un poco. Al levantarme de la cama para dejar entrar al Sol, sentí un fuerte mareo provocado por la forma abrupta en la que me paré cual muerto que se alza de su lecho. Generalmente ese mareo me descontrola y me disgusta, pero esta vez no fue así. En realidad me pareció muy divertido, y descubrí que ese estado puede compararse con otras formas de alteración de la conciencia. Sentirse así sin ninguna droga encima es bastante sano, por lo que eso fue algo bueno que me llevó a vislumbrar el excelente día que me esperaba.
Tenía tan buen humor que no dudé en ningún momento el ponerme a hacer ejercicio, así que me subí a la bici, y estuve dándole por más de media hora. Luego desayune como de costumbre y salí a alimentar a mis gatitos. Menoccio me rasguño dos veces, porque insiste en que lo cargue y se empeña en treparme como si yo fuera un árbol. No me molestó, y más bien me pareció divertido. Luego vi Amelie, una bella película para un día feliz.
Fui al mercado a comprar mi comida y platiqué con la señora de las verduras sobre su perrito. Me dijo que le puso un sweter. Yo siempre llevo a mis perritos al mercado, y ella de fascina con mis mascotas y me habla de su perrito. Dice que ella misma le cortó el pelo. "Ya lo rasuré" suele decirme. Me gusta tener tiempo para hacer cosas como ver películas, salir al mercado y cocinarme algo rico.
Ah si! ya tengo la canción perfecta para mi buen ánimo.



Ahora sólo me queda esperar a que pueda ver tocar en vivo esta canción a Belle & Sebastian. Ojalá el ánimo me dure así hasta entonces.

domingo, 3 de mayo de 2009

Remember Abril

Recordando este mes sólo puedo decir pocas cosas. Lo mejor fue la farra con mis amiguis Adri y Nancy, ah! como las adoro!!! Pasamos la noche bebiendo vino y platicando, conocí la nueva casa de Adri que está genial. Lo que más me gustó fue el mural que está en la entrada sobre el terremoto del 85. Me hizo recordar que nací unos días antes de esa catástrofe, y me agrada pensar que el mundo me recibió así, como diciéndome "Hey tu, ni creas que esta vida es rosa y reconfortante!"
Mis gatitos están muy creciditos, y me da gusto salir de mi casa y que inmediatamente se acerquen para frotarse en mis pies.
Por fin comencé a escribir la tal tesis y parece ser que no voy tan mal. Empezar es algo.
Finalmente se me acabó Abril, mes que habría pasado casi desapercibido de no ser por la "histórica e inédita influenza humano-porcina-euroasiática-mexicana." Todo esto comenzó abruptamente, pero poco a poco comenzó a estar en boca de todos. En los medios es de lo único que hablan, hay programas en todas las cadenas televisivas y radiofónicas que pretenden resolver todas las dudas acerca de la enfermedad. En un día ya habían salido dos canciones, se empezaron a distribuir e-mails sobre "la verdad de la influenza", y You Tube ya está atascado de videos. Alli hay todo tipo de teorías, desde la que dice que la medicina fue creada por el ex ministro de seguridad de Estados Unidos desde antes de que surgiera la enfermedad, usando como base el anís que no sirve más que para cubrir los síntomas; hasta otras muy elaboradas sobre la situación geopolítica y la invención de la influenza para crear un estado generalizado de pánico que llevará a la reactivación dela economía mundial. Incluso hay quienes ven en el uso del tapabocas una especie de símbolo impuesto por el poder, que expresa el silencio al que nos han confinado.
Para mi toda esta situación ha creado un ambiente de confusión sin igual, porque hay mucha gente que -afortunadamente- no se conforma con lo que recibe a través de los medios de comunicación masiva y está usando la web para decir cosas. Sin embargo creo que generalmente se afirman cosas realmente inverosímiles, pero finalmente en este mundo de la incertidumbre resulta que la teoría más descabellada puede ser verdad, y que dudar es la marca de nuestra caótica vida...
Bueno, pues yo más bien me siento muy confundida, y debo decir, pese a que mucha gente se ha rebelado en contra de la versión oficial (muchas veces como un distintivo para parecer más perspicaz e inteligente), creo que se han tomado buenas decisiones por parte del Estado, por lo menos para evitar que las cosas se agravaran, porque eso sí, con un Estado tan débil como el que tenemos y con un país con tantas desigualdades sociales, una epidemia vendría a poner en jaque la legitimidad de un gobierno que no podría soportar tal desmadre. Aún así, me he rehusado a usar el tapabocas como si fuera la salvación de mi existencia. La verdad es que me parece bastante deplorable salir a las calles y ver a la gente medio paranoica, haciendo interminables filas para comprar ocho botellas de alcohol dizque para desinfectar sus casas...
Pero las cosas van recobrando su ritmo normal, y la verdad es que las calles, aunque están menos llenas que lo normal, siguen siendo divertidas. Hoy salí a correr y vi con gusto que la bandita sport sigue corriendo cada mañana, como siempre, y ayer en la noche, como a las 11:00 vi una fiesta callejera, de esas en las que cierran las calles para celebrar unos 15 años.
Finalmente me queda decir que otra cosa buena fue ver con mucha atención el video de The Cure "End of the world"; fue una experiencia vertiginosa, impactante y alucinante. La verdad es que no suelo ser "fan" (jaja, que palabra tan chistosa) de las "grandes bandas", no podría explicar muy bien porqué. Incluso con la fiebre Radioheadiana del mes pasado me sentía como el patito feo. Creo que todo mundo fue al concierto, pero yo digo que lo que pasó con Radiohead es muy similar a la fiebre de Pumas Bicampeón, cuando empezaron a salir un montón de bichos de sus cloacas que decían que le iban a los Pumas. jajaja! Sé de muchos que fueron al concierto a oír "Creep." Lo bueno que si la tocaron, porque no les iban a regresar el precio del boleto.
Pero volviendo a "End of the World", ah! que gran video. Esa distorsión del tiempo, que se percibe en cada movimiento pequeño, y en todo el caos que hay alrededor, es simplemente genial. La depresión que lo acompaña me hace recordar aquella frase en la que Homero Simpson, les dice a los Smashing Pumpkins algo así como "gracias por hacer que mis hijos dejen de pensar en un futuro que yo no puedo darles." Y es verdad, en medio de una ambiente en que la constante es la falta de esperanza y sobre todo la incredulidad, creo que la canción perfecta es precisamente "End of the world"

miércoles, 29 de abril de 2009

Pig is love!!!

Oh no!!!
Me arrepiento tanto (mea culpa, mea culpa). En la entrada de ayer les deseaba el mal a los cerditos, y luego de reflexionar un poco y pensar en Babe, solo puedo reiterar mi estricto vegetarianismo. Los cerditos, tan lindos.
Luego me entero de que están por matar a treinta mil cerdos en Egipto por temor a la influenza porcina. Horror!!!
No, me duele mi conciencia.
Jamás me comería un jamón serrano, lo juro!!!

martes, 28 de abril de 2009

Influenza

Pues de qué otra cosa se puede hablar?
Estoy en mi casa, aterrada por "la influ", pensando en poner plástico en mis ventanas y usando ahora un tapabocas aunque estoy sola frente a mi compu, porque yo he escuchado que los virus también son informáticos... Bueno, incluso les puse tapabocas a mis perros.
Aunque al principio pensé, como mucha gente, que toda la información sobre la enfermedad podía ser una invención de no sé qué personaje de las fuerzas del mal, para lograr no sé qué cosa mezquina, dividiendo a la gente y provocando un ambiente de terror para satisfacer al FMI; ahora ya no puedo dudar de que esto se trata de una verdadera epidemia, que sorprende a todos por inédita. Malditos puercos!!! Yo siempre he pensado que son animales desagradables, pero los respeto tanto porque son seres vivos. Hace años que no pruebo un bocado cadaver de cerdo, pero ahora los odio y creo que hasta me dan ganas de comprarme un jamón serrano en venganza, para comermelo como el vegano de "Blood car" se devoraba sus costillas barbicue.
Si yo decía que ser mexicano era chido, aunque Don Samuel Ramos se haya empeñado en caracterizar nuestro perfil "autodenigratorio", y Octavio Paz copiándole un poco haya hablado de nuestros complejos históricos. Pues ahora pienso que todas esas cosas vienen desde la pre-prehistoria, por allá por la época de los dinosaurios, cuando el territorio de lo que ahora se llama México fue el lugar en que cayó el meteorito que causó el gran caos que terminó matando a esos gigantes reptiles. Las cosas no mejoraron en Yucatán, cuando los mayas desaparecieron abruptamente -se los llevaron los ovnis- y ahora esto. No puedo lidiar con tanto, con la conquista, con haber llegado tarde "al banquete de la modernidad", con haber nacido a esta vida a sólo unos días del terremoto del 85. Ay! tantos presagios no pueden ser casualidad. Luego tiembla justo cuando pensaba que nada podía empeorar.
Ya me imagino el origen de la epidemia: el "twelve monkeys army" llegando a la Ciudad de México tirando su virus en el Metro Hidalgo o Chabacano, o tal vez a través de un cerdo desquiciado que atacó a un científico loco del Poli en el Cinvestav. Lo que sigue podría ser una pesadilla orwelliana, o quizá el pretexto perfecto para implantar el gobierno mundial que ya se anuunciaba en el zeitgeist. Bueno, como se puso de moda lo del "catastrofismo" pues las cosas empeoraron, ya lo dijo la voz de anónimo (personaje misterioso que de vez en cuando muestra su brillantez): vamos de Guatemala a Guatepior. Ya ni el futbol puede ayudar en algo a mejorar nuestro estado de ánimo. Con esta selección ya no queda por qué luchar.
Debo aceptar que me siento importante de que hablen tanto de mi ciudad en los medios internacionales, ustedes saben, tener mucha atención no cae nada mal. Pero bueno, creo que lo mejor que podemos darle ahora al mundo es "la cumbia de la influenza"


viernes, 24 de abril de 2009

amiguiiiiis

En esos momentos sin preocupación alguna, nosotras hemos construido espacios propios. Sin temor a la censura y a sabiendas de que existe una cierta complicidad que nos permite explayarnos hasta descubrir los recovecos que habitan nuestras entrañas, las conversaciones de La Amistad, acompañadas de vino y de un gran espíritu de libertad, han sido momentos en que se refuerza el cariño que siento por ustedes.
Me hacen descubrir las carcajadas escandalosas, los gritos incoherentes y las opiniones inconclusas que estaban atoradas. Puedo ver, gracias a su compañía, las múltiples dimensiones de la brillantez mezclada con la estupidez. Es sumamente divertido perder juntas el control.
Las quiero!!!

sábado, 18 de abril de 2009

Maniqui Bordello

En el proceso meiquin de tesis uno se sumerge en un mundo de exploración de la resistencia. La presión sobre "lo que debería estar haciendo ahora" se ha convertdido en cotidianeidad, precisamente porque hago "lo que se me presenta en el momento." No me importa demasiado nada, y eso es una situación bastante incómoda, porque podría hacer una analogía entre mi estado común actual, y el "término medio", que no es otra cosa que la nada, es decir, la indefinición. No estoy parada aquí, ni allá, pero pienso que debería estar allá, del otro lado de la línea, haciendo "lo que debería estar haciendo ahora." Sin embargo, estar a la mitad de la nada da cierto margen de maniobra irreflexiva, porque la transgresión de la regla, que es "lo que debería estar haciendo ahora", me coloca en un estado de libertad de acción en la medida en que si estuviera sin la presión, no sabría que estoy transgrediendo algo, y eso significa la normalidad. Lo que pasa en mi caso, es que sé de la transgresión, porque no estoy haciendo "lo que debería estar haciendo ahora" y entonces me siento una rebelde sin causa jajaja.
Bueno, el caso es que me la he pasado haciendo cosas que según yo me servirán para el proceso meiquin de, pero realmente sé que me estoy evadiendo. Lo único que tengo que hacer es abrir word y comenzar a escribir. Yo he dicho que lo más difícil de escribir algo, es comenzar. Hasta me he atrevido a hacerles recomendaciones a mis amigos diciéndoles algo así como: "si, para mi también es difícil empezar a escribir, pero tengo una técnica (jajaja, qué me pasa). La onda es comenzar a escribir, sin que te importe lo que escribas. De repente ya vas a tener "algo" sobre lo que puedes trabajar, y no importa que termines borrando tu incoherente primer párrafo. La cuestión es acabar con esa espantosa hoja en blanco que te desafía abiertamente." El caso es que yo, en ese proceso de "ya voy a comenzar con lo que debería estar haciendo ahora" siempre termino haciendo cosas como jugar Nintendo, o escribir una entrada.
Bueno, pues el momento justo en que tomo la decisión de hacer otra cosa, que sé que me va a quitar mucho tiempo (muy valioso), para pasarme del lado de "lo que se me presenta en el momento" es en donde se despliegan mis monstruos internos, que están excelentemente bien representados en las caricaturas infantiles. De mi lado derecho (por supuesto, el derecho siempre es el lado de la razón y de la coherencia, según los que no saben de neurología) aparece una Karlita vestida de angelito, y de fondo musical aparece una melodía armónica, dulce y suave, digamos el intro de "Maniqui Bordello"de los De Descartes a Kant. Entonces, el angelito que está en mi interior, que representa mi conciencia académica, mezclada con mi vocación, con mi seguridad innata y con mi bondad infinita, me dice cosas como "dulce Karla, tu eres una mujer responsable que siempre sabe distinguir entre lo necesario y lo superfluo; que tiene un sentido inconmensurable de la verdadera trascendencia de los actos cotidianos, que..."
El pedo es que en ese instante comienza el caos, y todos los instrumentos suenan en un escándalo tan alucinante, que mi buen juicio se esfuma haciendo surgir a la Karlita rojilla que está a mi izquierda. Esa, que sólo encuentra sentido en "lo que se me presente en el momento." Es entonces cuando la canción de fondo se vuelve puros gritos irreverentes, en los que la voz de cualquiera, de mi angelito o de mi diablito no se escucha, porque escuchar música loca en bajo volumen es la cosa más carente de sentido. Como no escucho razones, ni buenas ni malas, y sólo puedo ver cuánto se divierte Karlilla chamarranegradecuerodelineadorenlosojoscabellodespeinado decido que lo que estaría bien por ahora, es relajarme un poco después de tanta presión de saber que no he hecho nada en estos días. Así pasa otro día.
Creo que mi problema es el "Maniqui Bordello", porque si el intro durara un poco más, podría escuchar todo lo que Karlita angelito tiene que decirme.
Aquí pongo un video del "Maniqui Bordello", solo porque me gusta esta versión, con el intro un poco más largo que en la original. Tal vez si memorizo esta versión en lugar de la otra, pueda seguir en el proceso meiquin de.

lunes, 6 de abril de 2009

Irrelevante reseña del Concierto para piano improvisado y orquesta

Como esta reseña irrelevante contiene sólo mi muy personal impresión emocional, desinteresada y anecdótica, del concierto que el pasado Sábado 4 de Abril se llevó a cabo en la Sala Nezahualcóyotl, me tomo la libertad para escribir esto aunque no tengo los elementos técnicos necesarios para describir la música; sin embargo, eso no me impide hablar de lo que ésta me provoca.

El Concierto para piano improvisado y orquesta surgió tras algunas charlas entre el pianista y jazzista Eugenio Toussaint, y el director de orquesta Bartholomeus-Henri van Velde, en las que surgió la idea de combinar el jazz con la orquesta de cámara. A partir de un tema para piano escrito por Toussaint y la obra para orquesta Boullabaise, se proponen entonces llevar a cabo un experimento que combinara la música concertada con la improvisación. En Julio y Agosto del 2006 Toussaint compuso la obra que se estrenó en el Conservatorio de Bruselas el 18 de Septiembre del 2006, y se presentó en México el Sábado pasado con Alfredo Ibarra dirigiendo la Orquesta Filarmónica de la UNAM y por supuesto, con Eugenio Toussaint en el piano.

En la obra hay partes totalmente escritas, partes en las que se dirige a la orquesta a partir de una guía basada en el tema del piano, y otras en las que se reconoce la improvisación total. El resultado es una interesante mezcla de orden con un virtual desorden, de música armónica con libertad creadora, de silencios y sonidos disciplinados con ruidos geniales.


Hay una gran diferencia entre escuchar una improvisación jazzística y esta versión de cámara. En el jazz improvisado la armonía musical aparece como el resultado de la compenetración de los músicos, que logran ejecutar sonidos con un ritmo que termina siendo la base para la libertad creadora. Los límites de esa ejecución son azarosos, porque la melodía, como algo en movimiento, se vuelve impredecible. En ese sentido, se trata de una improvisación parecida a la vida misma, que está llena de contingencia, de azar, y de un dinamismo vertiginoso que puede llevarnos por caminos inesperados.


En la música de cámara sucede al revés: cada sonido es el resultado de una perfecta combinación de notas, de silencios y de tonos en donde cada músico sigue un orden establecido en un papel, que puede adquirir ciertos matices sólo bajo la batuta del director. Los músicos también deben compenetrarse, pero a diferencia del jazz, ellos no deciden individualmente el rumbo de la melodía, porque cada quien debe hacer sólo lo que le correponde. El resultado es la exquisita manifestación del raciocino, del orden, de la planeación y de la organización. La sorpresa o la incertidumbre no tienen cabida.


La mezcla de ambas formas de entender la música es un espectáculo auditivo alucinante, en el que se conjugan momentos de verdadera genialidad armónica con otros en los que reina la confusión. Durante el concierto podían identificarse claramente las partes que estaban planeadas para ser ejecutadas con orden, pero las que eran improvisación resultaban difíciles de captar. A veces parecía que estaban improvisando, pero escuchando con atención me percataba de que había un línea, tal vez al fondo de la melodía, en donde la armonía seguía presente.
El director dibujaba la música con sus manos, y aunque el pianista intentaba seguirlo, la fuerza del azar se apoderaba de él llevándolo a salirse por un momento de ese orden. Finalmente el cánon de esta pieza era la aventura.


Intrépidos músicos jugando con mis sentidos, como todo lo que me rodea en este mundo de la incertidumbre.

jueves, 2 de abril de 2009

Un buen día

Estaba sentada esperando el camión, y no pasaba.
El sol me golpeaba en la cara y se vengaba de mis ojos.
Eran las 4:00 de la tarde y tenía hambre.
El calor invadía la superficie de mi rostro, pero el contacto de mis manos frías y recién lavadas hacía contraste. El aire que respiraba olía a humo y mi espalda dibujaba una curva de cansancio. Luego de leer microfilms del siglo pasado durante cuatro horas, mis ojos lastimados caían al suelo. Le di la espalda al sol para aminorar el impacto, pero ahora quemaba mi espalda.
Estaba contenta por haber tenido un buen día.

Remember Marzo II

Fuí al baby shower de Santiago, el próximo miembro de la familia Espinoza. La verdad es que me parece una fiesta bastante ridícula (perdón a Carmen o Héctor si leen esto), en la que lo importante es dar regalos. Incluso hay un "juego" en el que se abren los regalos a la vista de todos. Bueno, tan ridícula es que se hicieron cosas como babear, hacer caritas de bebé, berrinches, etc. Yo me la pasé casi toda la fiesta con pañal. Sin embargo lo peor de ese día fue que llegué justo unos minutos después de que se fue mi prima Nadia, tenía tantas ganas de verla...
Creo que a mediados de mes no sucedieron muchas cosas. Ah si!!! Llegó a mi casa un gatito que llamé Menoccio, y luego él trajo a otro amigo que nombré Asrael. No los dejo entrar a mi casa porque parecería zoológico, pero si los alimento todos los días. Menoccio es muy cariñoso y ya se hizo amigo de Blondy. Asrael es muy agresivo y Blondy cree que cuando le tira el arañazo quiere jugar. Ojalá no le saque un ojo.
Aquí están Blondy y Menoccio jugando.

Me caí corriendo en el Jardín Botánico, correr es un deporte de alto riesgo si lo hace alguien tan torpe como yo. Perdí mi monedero de Acapulco con cien pesos y también terminé mi servicio social; me regalaron tres libros por eso. Nueve meses de trabajo para un papel de liberación de servicio y tres libros. Está bien, porque escogí los dos tomos de La sociedad novohispana y sus colegios de niñas de Josefina Muriel.

Creo que lo más importante del mes fue el Encuentro feminista. Fue una gran experiencia. Conocí a muchas mujeres muy interesantes, entre ellas a una historiadora cubana que me dijo que yo era su alma gemela. Eso sucedió en un conversatorio. Nunca había estado en uno, y fue una experiencia extraña, pero agradable. La sesión terminó con unos ejercicios de relajación, que culminaban con unos abrazos entre todas. Fue extraño, porque yo suelo hacer ese tipo de cosas con mucha reserva, y abrazar a muchas desconocidas me hizo sentir tan patética como en el inicio de la película "El Club de la Pelea".
Haber ido al Encuentro me hizo reflexionar mucho sobre el feminismo. Es tan distinto andar leyendo libritos feministas viendo la teoría, el empoderamiento, el género, lo queer, etc. que estar en el ojo del huracán, con un montón de mujeres en la pura grilla... Pues me gustó mucho, y me hizo también escéptica de ciertas cosas. Eso es bueno.
Escribí un texto chiquito que aparecerá en una revista, sobre el maravilloso curso de foto de mi maravillosa tía Glade.
Este mes comenzaron las clases. De nuevo soy la "miss" Karla (así me dice una alumna jajaja). Conocí a mis nuevos alumnos, y ya voy viendo que será un buen curso...

El 30 de Marzo fue el cumpleaños de mi mamá. Comimos un delicioso pay helado de queso con zarzamora. Fue un momento delicioso. Amo a mi mamá.